¿Cómo se relacionan la luz natural y la artificial en un proyecto de iluminación?
Sobre la luz natural en los proyectos de iluminación artificial
En todo proyecto de nueva planta o de reforma integral, debemos aplicar las exigencias que establece el Código Técnico de la Edificación (CTE). Respecto a la iluminación, hay dos documentos básicos que se deben tener presentes para abordar cualquier proyecto: el Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad (DB-SUA) y el de Ahorro Energético (DB-HE). El primero establece unos niveles de iluminación mínimos para espacios interiores y exteriores con el fin de asegurar que se pueda transitar sin peligro. El segundo documento establece una serie de criterios para que, al realizar el proyecto de iluminación artificial, se tengan en cuenta la iluminación natural procedente del exterior y la ocupación real de los espacios, con el fin de lograr un mayor ahorro energético. Esto se consigue mediante el uso de tecnologías como los sensores de luz natural o de movimiento.
Tanto desde la perspectiva de la normativa como desde las demandas del mercado, cada vez cobran más importancia los criterios de eficiencia energética a la hora de abordar cualquier tipo de proyecto. Como expertos en lighting design en Madrid, sabemos que la iluminación juega un papel importante en este sentido, ya que cuenta con la posibilidad de introducir la variable de la luz natural en el proyecto de iluminación artificial mediante el control y la evaluación.
¿Cuánto cielo puede verse desde el interior del edificio? Para lograr una captación de luz natural adecuada, es necesario tener en cuenta factores externos, como la orientación o el entorno urbano inmediato, con las sombras arrojadas por otros edificios, y de la propia arquitectura, como la proporción de superficies de hueco en la fachada, los sistemas de protección solar, los materiales elegidos para el acristalamiento… Estas cuestiones, cuando recibimos el encargo de realizar un diseño de iluminación, nos vienen ya dadas y no son objeto de nuestro proyecto; sin embargo, sí se deben estudiar para tratar la iluminación de forma global sin importar la fuente de la que provenga. Los criterios que establece la normativa no tienen en cuenta una serie de condicionantes que habría que considerar al realizar un proyecto de iluminación global. Algunos de estos criterios son la ubicación del mobiliario —que será el que determine las superficies de cálculo, y las necesidades lumínicas reales—, los acabados y colores de las estancias interiores, la direccionalidad de la luz, el deslumbramiento y la intención y diseño de los espacios arquitectónicos.
¿Se debe replicar la luz natural con la luz artificial? La arquitectura se proyecta pensando en cómo recogerá la luz solar. Este factor determina el tamaño de los huecos, la orientación y el aspecto de la fachada. Sin embargo, la luz artificial ofrece la oportunidad de modificar la percepción de los ambientes, y esto puede ser muy interesante para ciertos espacios que tienen distintos usos y distintos públicos en función del horario. La iluminación artificial puede venir a reemplazar la iluminación natural allí donde esta última no llega y fuera del horario diurno, pero también puede contribuir a mejorar la experiencia de los espacios.